- Papá, ¿me cuentas una historia?
- Claro, si prometes que luego te dormirás
- ¡Eso está hecho!
- Dicen que caminan eternamente y que son más antiguos que Hélike. Vigilan sin dormir, porque el sueño nunca acude a ellos, observan desde los tejados, desde las ventanas más oscuras y detrás de las esquinas más sucias. Aguardan el día en que por fin amanezca, sin pararse a pensar que eso quizás ya nunca sucederá. Criaturas antiguas de rostros pretéritos y miradas cansadas. Son los antiguos de carne macilenta y guardan los sueños de los hombres, sin saber que éstos ya no existen. Esperan que los niños duerman y sueñen lo que los mayores, o incluso ellos mismos, ya han dejado de desear. Soñar.
- Papá ¿y si no me duermo, vendrán a por mi?
- Espero que no, pero quizás sea mejor no tentar a la suerte, Oscar.
Y soñó.
- Papá ¿y si no me duermo, vendrán a por mi?
- Espero que no, pero quizás sea mejor no tentar a la suerte, Oscar.
Y soñó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario