lunes, 17 de septiembre de 2007

Inflexiones reflexivas

¿Y ahora qué? Se preguntaba mientras el bardo acudía a su llamada, mientras el límite entre lo sólido y lo líquido respiraba en los atardeceres del verano. Ya no quedaba apenas nadie recorriendo las calles, plazas y callejones que año tras año había contemplado abarrotado de gente. ¿Y ahora qué? se repetía una y otra vez mientras el regusto amargo de su café empapaba cada epitelio de su garganta, y los rayos de un sol muerto le calentaban la frente, haciéndole recordar que aún estaba vivo. No pensaba en aquella pregunta más que para contestarla solo a medias, en cortos periodos de tiempo, le abrumaba lo extenso del futuro y su incertidumbre asociada. Por ello, encendió su reproductor musical, aquél que navego entre continentes bajo el vientre de un Ser Inquietante, y se dejó llevar por la suave melodía.

Se sintió bien por un momento, solo, en aquel callejón, con su café frio, su dificultad para respirar y el oleaje lejano. Hasta que de nuevo tuvo que contestar a su pregunta repetitiva. Y fue ahí cuando se sintió aún más solo, miserable y traidor. Tuvo la suerte de que el bardo regresó finalizada sus tareas, también las masturbaciones de la noche, frente a sus sombras, le hicieron olvidar levemente su ser por un breve periodo de tiempo. Solo hasta el día siguiente...

Trespassers Williams - Lie in the sound

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