domingo, 30 de septiembre de 2007

Anónimos

Abrillantaba el vaso de tubo, con la inercia de décadas en el mismo acto. El brillo que dejaba su impronta acentuaba la asimetría de su mirada, aquella que había visto lo que pocos humanos hubieran podido ver tras una barra.

Y en el escenario, ajeno a las disertaciones mentales de aquel camarero, ensayaba su voz el bardo de los olvidados. Noche tras noche, su voz triste y profunda contagiaba a los presentes de un pedazo de su mundo íntimo y desconocido. Y era en el instante en que marcaba los párrafos más épicos, cuando la brocha de Oscar, marcaba de pigmento y aceite el lienzo amarillento. Segmentos de negros y grises surcaban la tela imitando los surcos neuronales de un hambriento de conocimiento, segmentos que quizás delimitaran los esbozos de lluvia artificial, que los días impares, caía sobre los puentes mojando a toda las tribus nocturnas que por allí pululaban.
Y entre ellos, una joven de pies perfectos, piel blanca y rostro caído, esperando que el próximo cliente no fuera tan inhumano como el anterior. La lluvia embarraba sus pies, como los de Frank al huir apresuradamente de la policía. No había problema, ya había logrado colocar toda su mercancía y ahora solo esperaba una noche de alcohol y mujeres que le hicieran olvidar las caras de los que ahora se mecen bajo sus fosas nasales.
El frío húmedo apretaba en Ipsópolis, eso no era impedimento para que sus calles se inundaran de luces y gente, personas anónimas de rostros infinitos y repletas de secretos. Hombres y mujeres que reían y bebían sin sospechar de los infiernos de cada uno, porque éstos, deben ser guardados con secreto, por el bien de la sociedad, igual que con los sueños...

Tears for fears - Mad world

Aire sólido

El aire mece el osario, el aire puede mecer montañas. Lo pequeño puede aniquilar lo inmensamente grande. La parafina caliente envuelve cada milímetro de mi piel, creo un molde para poder aniquilarme y así dejar un doble que viva por mí, los tiempos que me quedan. El aire es denso, es plasma, es sólido, el aire se vuelve viento y astilla los húmeros como ramas viejas. Siento mi evasión al contemplar como extraños, los puntos de fuga del mundo, la línea del horizonte, y la curvatura del espacio. En el espacio no hay aire, no hay viento, no hay nada; solo polvo cósmico escapando de una explosión de hace trillones de eones, como la huída de mi cuerpo cubierto de costra sintética. En mi absoluto destierro, contemplo a lo lejos flotar mi molde en posición fetal, entre cúmulos de metamateria incandescente. No lo mece el aire, porque allí no existe, solo aquí, en el osario...

sábado, 29 de septiembre de 2007

Quiero y no quiero

Nunca hablo de ello directamente, pero mi mundo gira en torno a él, como órbitas de un exoplaneta alrededor de una estrella o un derivado singular. No quiero uno que sea sustituto de otro, al final todo sería una obra de sombras chinescas, donde las sombras serían tú y tú también. Tampoco quiero uno para mostrar y agradar, todo quedaría en la carcasa de algún producto perecedero fruto del capital moderno. Ni siquiera quiero uno para no encontrarme solo, prefiero la densa soledad a una lamprea siamesa, que haga que solo quede de mi, cuencas vacías. No quiero nada que no quiera, solo quiero volver a sonreir en los atardeceres del mundo, a saltar de una cama sin que tenga que pedir ayuda a alguna deidad arquetípica, quiero la confidencia de una mirada dilatada y el susurro de una voz que pulverize el temor del transcurrir. Pido poco, lástima ser un metazoo de mierda viviendo en el caldo de cultivo de un cúmulo de materia en el último rincón del cosmos, un cosmos anudado en si mismo,... que extraña se me hace últimamente la realidad.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Veinte tras veinte

Veinte sonidos y la luz emerge en la estancia. Cinco veces a la semana, a la misma hora en el mismo momento, despejadas las dudas dimensionales solo faltan siete. Un día menos por la mañana, un día más al caer la noche. Noche húmeda, en la soledad de los arboles eyaculadores y de las mujeres de faldas vacías. Mañana será igual, veinte sonidos me despertarán con la boca amarga y mis pantalones entre las nalgas, la luz se hará sin tener que pedirle permiso a un ente superior, y la comida se deslizará por mi esófago. Al llegar, ya no habrá soledad, no habrán faldas ni vacíos, solo olor a mañana, igual que la de ayer, igual que la de anteayer, igual que la de hace veinte años. Y sonarán veinte veces los sonidos irascibles hasta hacerme caer de la cama, con los ojos grises, con el cráneo vacío, como vacío el transcurso del día, como vacía esta mi mirada de piedra granítica. Cuento los días como si de lineas verticales en una pared se tratasen, sin darme cuenta del retrato informe que se va construyendo en la lentitud del tiempo...

La muñeca de sal - Ïndalo.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

El año de la urraca

Dicen los antiguos que el año que viene será el "año de la urraca". Nadie sabe el porqué, pero así esta escrito y así ha de ser. Doy por sentado que estaré vivo para observar la multitud de cambios que acaecerán, pero los acontecimientos nunca hay que darlos por hecho. Comentan los antiguos que en el año de la urraca ya no estaré solo, cierto, estaré conmigo. Creí conocerme, pero ahora me doy cuenta de que soy una especie de vaho producto del aliento de un borracho, se expande para cubrir de niebla la claridad de la realidad, para rápidamente retraerse en la nada. Creí reconocerme en los espejos, pero en el año de la urraca ya no sabré a quién pertenecerá ese rostro demacrado e inmensamente gris. En ese año veré acacias emerger del fondo del mar, contemplaré miradas ciclópeas, escribiré en ceros y unos y volveré a encontrarme solo. Los antiguos también se equivocan. Es inherente a mi especie...

domingo, 23 de septiembre de 2007

Los 300

Avanzaban imponentes y seguros por los laberínticos y húmedos pasillos del complejo presidencial. Impertérritos, con pasos firmes y rápidos, pasaban cerca de los funcionarios de Hélike, sin tan siquiera mirarlos cuando chocaban y derribaban a alguno. Las miradas más vítreas de la historia solo estaban fijas en la última puerta y en el último escalón.

- ¿Quién coño son esos capullos?
- El E-8, y haz el favor de bajar la voz...

Llegaron al centro físico de la gran mole de acero y cables. El centro tridimensional de aquello, donde a falta de ventanas, miles de monitores hacían de faros del mundo, solo se podía acceder por entramados secretos y claves ultrasofisticadas. Ningún ataque desde el exterior del edificio afectaría a aquella estancia tan majestuosa, nada podía penetrar ahí, sin que Numan diera su permiso. Era el centro de los sueños de Numan, donde el tiempo cesó, y el esperma y óvulos dejaron de ser aleatorios.

- Les he convocado, porque les necesito en una misión que únicamente ustedes podrán cuminar con el éxito que yo así deseo - les sentenció desde detrás de su mesa infinita, empapado del humo de sus cigarros de liar.
- ¿De qué se trata, señor? - preguntó secamente y con marcialidad Alexis Salas, coronel del E-8.
- Es bien sencillo, - respondió inmutable, Numan - el centro de oficinas de los Pisos Azules, en el distrito comercial del centro, ha sido tomado por un grupo de escoria estudiantil, chantajean al gobierno y a nuestro Presidente, con hacerse volar junto con alrededor de trescientos civiles, si no cesan las hostilidades contra el mal llamado "Partido de las Juventudes Libertarias". Escoria. Ustedes entraran, eliminarán a esos sujetos, liberarán a los rehenes y aquí no ha pasado nada. ¿Entendido?
- Todo claro señor, como siempre - respondió neutro Alexis.
- Vayan al sector de logística e información para recoger equipo y todo lo que necesiten para culminar la misión, ya.
- ¿Podré usar el nuevo Blackfalcon con misiles tácticos termonucleares? - el sargento Andrei nunca podía permanecer callado, ni dejar de sonreir.
- Todo lo que requieran. - dijo secamente Numan.

Tras estas palabras palabras, todo el E-8 volvió sobre sus pasos con la misma intensidad marcial que antes, mentalizándose de un nuevo objetivo que lograr, un nuevo incentivo en sus eternas vidas.

- Esto no me gusta - susurró Alexis a la teniente Laura Conte.
- ¿Porqué? - le contestó sin apenas girarse.
- Han dado libertad de elección a Andrei...

Your dreams - Trisomie 21

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Cuando...

Cuando todo el mundo se reducía a un enrejado amarillo, no tenía que sopesar mis actos con la intensidad que ahora acuden a mi, como buitres a la carroña. Cuando todo se reducía a elegir que tocaba esa tarde colocar entre las dos rebanadas de pan blanco, no tenía porque hacer de Atlas y soportar todo un globo terráqueo. Las mañanas se hacen largas, las tardes infinitas y las noches... las noches tienen la duración de un mes de Agosto de hace 20 años, quizás porque me evada, quizás porque no sea yo. Cuando creía que era eterno y un día, delante de aquella lavadora, me revelaron mi mísera mortalidad, y la de los otros. Ahora solo me toca vivir como parten unos, como se quedan otros, y como a veces, puedo incidir en el mundo natural de este universo. Espero que no sean demasiadas, comienzo a estar cansado. Lo siento.

Yo y mis índigas

lunes, 17 de septiembre de 2007

¿Vuelta atrás?

Tengo miedo de volver, de volver a convertirme en el ser extraño que una vez fui. Temo volver a consumirme en los efluvios de la noche, en las resacas nasales, en las heces de un ente arquetípico. No quiero volver a sentir la impotencia de estar dentro del cuerpo de un mercenario de Aquitania, ni tampoco el terror de escuchar vibraciones que me ahoguen en noches desiertas, como si la humanidad hubiera sido aniquilada en un horizonte de sucesos, no deseo volver a caminar por calles fantasmas, respirando el vaho del invierno mientras me pregunto que es el tiempo y la existencia. No quiero convertirme en un E-8, ni tampoco que al despertar, con la boca pastosa y el olor a destrucción, comprobar de nuevo que no recuerdo si estuve en un campo pulsante o en el infierno de mi podredumbre, siendo esto último lo más probable. Y repetiré dos millones trescientas cincuenta y cuatro mil veces que “no quiero”…

…no quiero abandonar la realidad…

otra vez…

Syntec - Eternity

Inflexiones reflexivas

¿Y ahora qué? Se preguntaba mientras el bardo acudía a su llamada, mientras el límite entre lo sólido y lo líquido respiraba en los atardeceres del verano. Ya no quedaba apenas nadie recorriendo las calles, plazas y callejones que año tras año había contemplado abarrotado de gente. ¿Y ahora qué? se repetía una y otra vez mientras el regusto amargo de su café empapaba cada epitelio de su garganta, y los rayos de un sol muerto le calentaban la frente, haciéndole recordar que aún estaba vivo. No pensaba en aquella pregunta más que para contestarla solo a medias, en cortos periodos de tiempo, le abrumaba lo extenso del futuro y su incertidumbre asociada. Por ello, encendió su reproductor musical, aquél que navego entre continentes bajo el vientre de un Ser Inquietante, y se dejó llevar por la suave melodía.

Se sintió bien por un momento, solo, en aquel callejón, con su café frio, su dificultad para respirar y el oleaje lejano. Hasta que de nuevo tuvo que contestar a su pregunta repetitiva. Y fue ahí cuando se sintió aún más solo, miserable y traidor. Tuvo la suerte de que el bardo regresó finalizada sus tareas, también las masturbaciones de la noche, frente a sus sombras, le hicieron olvidar levemente su ser por un breve periodo de tiempo. Solo hasta el día siguiente...

Trespassers Williams - Lie in the sound

sábado, 15 de septiembre de 2007

Bajo la corteza de Hélike

Bajo la corteza dicen que no hay nada, también decían que no había nada más allá del Atlántico, allá en el siglo XIV de una época olvidada. Ahora ya no existe el Atlántico. Bajo los suelos de la cúpula más grande construída por el hombre, se erigen sus cimientos, los que nunca se ven pero sustentan la vasta megalópolis. Me crié entre bidones oxidados de protoactinio radiactivo, entre chasis humeantes de vehículos a motor y entre los despojos de la protohumanidad. No pertenezco al mundo simétrico, pero no por ello me excluyo de las leyes naturales, y por tanto, odio que me excluyan otros solo por que tengan un eje de simetría mejor.

Rodeado de hombres casi humanos y contenedeores de metal en perpetua consunción por el fuego, he crecido hasta la madurez. Y sí, formaré parte de los ejercitos de los hijos de la mutagénesis para clamar lo que es nuestro. Vox populis nos guía con la certeza de que el hombre evoluciona a formas perfectas, y para ello, hay que sufrir los duros ensayos de la naturaleza.


Sisters of Mercy - This corrosion

Cuando Frank parta


- Ayúdame Marburg...
- No puedo pequeño...

- Ayúdame...
- ¿Qué quieres que haga?

- Recordarme...


Y Neil soltó el cuerpo agonizante, preparado para desgarrar otra vida.

- ¡Neil! ¿Qué coño haces? Eres un puto monstruo - le gritó Alexis sin apartar su arma de su antiguo compañero.
- ¿Monstruo? Alexis, ¿cuanto tiempo hace que no te miras a un espejo? - le respondió sin poder controlar su ansiedad de sangre.

Curiosos

Radar...

Tráfico de hombres