- Si hay algo que no pueden poseer las células individualizadas, por sí solas, es memoria - le dijo aquel anciano de bata blanca y voz temblorosa.
Numan, desde el fondo de su mesa y ayudado por la penumbra, apenas parecía gesticular.
- Hemos conseguido un clon perfecto de la que fue su esposa y su hijo, se están desarrollando conforme el crecimiento normal de un ser humano y en unos años, cuando adquieran la edad deseada, pasaremos a establecer el proyecto Neogénesis en ellos - ni siquiera el cigarro de tabaco negro calmaba su voz.- Pero no serán los que usted recuerda, físicamente si, pero solo eso...
Otros espectadores silenciosos, que se encontraban alrededor de aquella interminable mesa , contemplaban sin rostro las palabras de aquel pobre hombre que soportaba el tremendo peso de la veracidad científica.
- Los recuerdos, las vivencias, el aprendizaje, todo ello se esfumó cuando ellos... marcharon - y apretó con fuerza la colilla en el inmenso cenicero naranja.- En esa época no era ni siquiera utópico pensar en trasladar la conciencia a una interface digital, apenas había conocimientos neurofisiológicos...
El zumbido de los monitores que plagaban la sala era lo único que acompañaba las pausas del monólogo de aquel hombre.
- Son otros los que ahora conviven con usted. Lo siento en lo más profundo camarada general Numan...
- Este es el mundo que he creado para ellos y yo les enseñaré - le contestó secamente un Numan con los ojos húmedos.
Y los monitores se apagaron.
Numan, desde el fondo de su mesa y ayudado por la penumbra, apenas parecía gesticular.
- Hemos conseguido un clon perfecto de la que fue su esposa y su hijo, se están desarrollando conforme el crecimiento normal de un ser humano y en unos años, cuando adquieran la edad deseada, pasaremos a establecer el proyecto Neogénesis en ellos - ni siquiera el cigarro de tabaco negro calmaba su voz.- Pero no serán los que usted recuerda, físicamente si, pero solo eso...
Otros espectadores silenciosos, que se encontraban alrededor de aquella interminable mesa , contemplaban sin rostro las palabras de aquel pobre hombre que soportaba el tremendo peso de la veracidad científica.
- Los recuerdos, las vivencias, el aprendizaje, todo ello se esfumó cuando ellos... marcharon - y apretó con fuerza la colilla en el inmenso cenicero naranja.- En esa época no era ni siquiera utópico pensar en trasladar la conciencia a una interface digital, apenas había conocimientos neurofisiológicos...
El zumbido de los monitores que plagaban la sala era lo único que acompañaba las pausas del monólogo de aquel hombre.
- Son otros los que ahora conviven con usted. Lo siento en lo más profundo camarada general Numan...
- Este es el mundo que he creado para ellos y yo les enseñaré - le contestó secamente un Numan con los ojos húmedos.
Y los monitores se apagaron.
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