viernes, 16 de mayo de 2008

Meditando en la noche

Nos separamos hace tantos años que generaciones de hombres podrían haber proclamado multitud de guerras y firmado ingentes tratados de paz en ese tiempo. En muy contadas ocasiones nos hemos cruzado por estas calles, el disimulo es nuestro amigo, pero las céntesimas de segundo en que nuestros ojos antediluvianos se cruzan nos hacen asegurarnos que aún existimos en este plano de deprimente existencia.

En las noches marcadas por un reloj - que no por bolas de helio - algunos de nosotros, magistrados renegados, subimos a las terrazas infestadas de antenas de televisión y cables, para durante unos minutos observar. Tiempo en que quizás meditemos sobre la propia levedad de la existencia de aquellos que pululan bajo nuestros pies. Algunos contemplamos las consecuencias de nuestras obras: coches bomba, niñas, prostitutas de pómulos marcados, persecuciones policiales, peleas de pandillas, algún yonqui moribundo con su jeringa aún colgando del antebrazo, el vaho de las alcantarillas o los neones pulsantes invitando a la disolución de la conciencia.

No vigilamos, solo observamos esta puta mierda de ciudad-estado, sin advertir que quizás el tiempo esté a punto de acabarse...


Joe Satriani - Always with me, always with you

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