Cuando quise darme cuenta ya estaba despierto y en la calle. Todo se había convertido en desconocido para mi, como anteayer y el día tres de Mayo de aquel año en que se vio en el cielo rocas ígneas caer en el océano. Quise caminar sin alejarme de lo que realmente podía reconocer como perteneciente a mis recuerdos, una simple farola. Así que dí circulos alrededor de ella abarcando poco a poco un radio mayor, hasta poder adentrarme sin miedo en la jungla de esta megalópolis que es mi hogar.
Llueve y hace sol, cosa que suele suceder una sola vez al año avisándote de que todo es posible y que quizás mañana, aparezca en el horizonte de sucesos de un agujero negro de nueva creación, camine sobre rios de lava que sepultan a los que conocí alguna vez o simplemente aparezca en un cine acompañado de un ser extraño del cual solo conozca su nombre pero no su esencia. Es igual, te alejarás en el espacio así como en el tiempo y no quedará nada, ni siquiera la estructura elemental de los átomos que constituyen ahora tus perfectas formas.
Camino bajo la lluvia mientras se pone el sol. A solas... como debe ser.
Echo & the Bunnymen - The killing moon
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