lunes, 31 de marzo de 2008

Ya era tarde para despedirse

La mayoría de las personas no se plantearían que éste es su último día, en parte actuamos como animales. El más anodino puede ser el que contenga el fin de los sucesos que han ido aconteciendo secuencialmente para formar lo que comúnmente denominamos "vida". Ella ni siquiera sabía que después de esa fiesta nocturna entre ácido, música a millones de revoluciones por segundo y sexo por dinero, encontraría el momento en donde se daría el fin de su camino por este mundo.

Quería despedirme, ¿porqué? Soy imbécil y viejo. En otros tiempos hubiera sido mucho menos educado y más cauto, pero los años, incluso para un muerto en vida, hacen estragos. Iba a ser la última vez que la vería antes de embarcarme en una locura de dimensiones grotescas donde su destino, quizás, se vería también salpicado. No quise que Óscar ni Frank me acompañaran, no quería que vieran mi vulnerabilidad, todos nos sentimos violentos cuando por accidente nos mostramos frágiles.

Y ahí estaba la escena que me devolvió a mis orígenes evolutivos. Bajo los oscuros puentes de Hélike, donde antaño corría un río anónimo, ahora era la sangre quién lo hacía en su lugar. Ajuste de cuentas entre proxenetas y putas, y yo en medio, como siempre. La vi con los ojos intentando escapar de sus cuencas, ojos abrazando desesperadamente la vida, el gran orificio de bala en su pecho era incompatible con ese deseo. Mis ojos de Noviembre, como ella los había apodado un día, se volvieron primitivos, obscenos...

No recuerdo cuantos cayeron, solo sé que me pudrí y comencé a arrancar extremidades. Los aullidos agonizantes, las balas que impactaban en mi cuerpo y la sangre y tripas que corrían por mi boca eran lo único que me hacían saber donde me encontraba mientras me regocijaba en mi orgía privada de mutilación. No les di tiempo a pedir perdón. Y en el fondo disfrutaba.

- Eres el cliente más hijo de puta que he visto nunca... - me susurro el último, un niño bien de cejas depiladas como sus principios morales de chulo de putas. Me jodió que creyera que era un cliente más... aunque fuera la verdad. Puse fin a su vida.

- Va por ti niña - le dije cerrándole sus ojos vítreos e incómodos. - Aunque nunca supe tu nombre, descansa...

Todos nos convertimos en animales cuando gritamos, ya sea de dolor, o de furia...

sábado, 29 de marzo de 2008

Lo que fui

Dos veces me engañaron y fueron dos veces las que me dejé engañar. No habrá tercera, lo juré por los dioses grotescos que Lovecraft creó como semillas del cosmos. Cientos de veces me tacharon de loco pero nunca admitirán que ellos me llevaron a ella. Dulce desconexión de deseos y hechos, de creencias y de actos. Las paredes son tan rugosas... como el entramado del tiempo; aquel tiempo en que lo tenía todo y se esfumó en la memoría líquida de un muerto. Te echo de menos Andrei, echo de menos cuando éramos grandes, me tengo envidia y quisiera volver al pasado para matarte Andrei, para así evitar haber conocido la felicidad, tu felicidad que tanto añoro. Lo siento, yo no soy aquel piloto de combate de sonrisa cálida y mirada dulce, no era yo... él murió hace cientos de años... y ya solo queda carne pudriéndose en sus miasmas...

(sollozos)

Andrei Gorlucovicht "la tortura de los recuerdos"

sábado, 22 de marzo de 2008

Divergencias testimoniales

Solo queríamos el dinero por un poco de crack, éramos el intermediario, el correo y cabeza de turco. Nos tocó pagarlo con los oídos, en vez de una misa del perdón nos otorgaron el diálogo de los difuntos. Nunca imaginé que mi fin se traduciría en la incomprensión de los sexos, incluso después de la muerte.

- No vuelvas otra vez con lo mismo Radic.
- Pero necesito respuestas y necesito que sean claras.
- ¡Mira Radic, estás muy mal! - le increpó una Laura a punto de descomponerse, sin soltar el arma que portaba -nunca nada de lo que te pueda decir va a llegar a contestar todas tus dudas, además, no es el momento ni el sitio adecuado para esto.
-Nunca lo es para ti, Laura - el canuto de hierba se consumía en los labios de Radic, sin que este apreciara el calor que los abrasaba.
- Yo te quiero niño gris, pero tú nunca lo has hecho - Laura contenía su arma en la frente de los testigos de aquella discusión surrealista entre mercenarios de carne podrida - Tú amas una fábula de sueños, algo que se esfumó en la noche de los tiempos y que no me pertenece.
- ¿Cómo te atreves a afirmar tan tajantemente lo que yo siento o dejo de sentir? - le apuntaba con un dedo acusador - Eres tú la que dispuso las reglas de un juego que cambian según yo esté hundido o destruído, porque las escirbes cada día con el puño de la indiferencia.

Laura sonrío pero marcando una tristeza infinita, era la sonrisa de todo lo perdido, la sonrisa al caer la bomba en Hiroshima, la misma que está presente cuando el cancer terminal toca la última célula pulsante del corazón y la misma que vio al sol devorando la superficie de la Tierra. La sonrisa de la impotencia, la más pérfida de todas las que un humano verá en su vida.



Eramos adictos al crack y solo necesitábamos el dinero para aislarnos del mundo corroído que nos oxidaba en el tiempo. Y acabamos presos de la justicia de otros. Lo último que ví fue a dos muertos, un hombre gris y una mujer sombría que jugaban a no encontrarse, porque ambos caminaban por bosques distintos pero por caminos con la misma malahierba en sus vadenes. Antes de que mi cerebro dejará de promover sinapsis de conciencia escuché "Nunca sabrás lo que es querer" pero no logré adivinar si la voz que produjo aquella frase fue masculina o femenina.

Ya daba igual.

Seabound - Domination

martes, 18 de marzo de 2008

Percepciones matutinas

- Tiene cara de cadaver por las mañanas - le comentó la joven de los puentes de Hélike a pesar de la oscuridad matinal.

- Es la que me acompaña durante todo el día.


Soliloquios nocturnos

domingo, 16 de marzo de 2008

Crónicas de la resurrección (II)

- Nunca podreis ir en contra de vuestra naturaleza, sois metahombres y esa es vuestra esencia intrínseca. No sentireis ni os emocionareis debido precisamente a ello, desarrollareis vuestra potencialidad para llegar a la perfección final. Desviarse del camino es ir en contra del plan que os rige como seres. Estoy orgulloso de haberos creado.

General E. Numan.


"Que impotencia inmensa me inunda al comprobar que la angustia de existir me seguirá acompañando eternamente a pesar de haber intentado deshacerme de ella sacrificando mi vida..."

Teniente L. Conte.

viernes, 14 de marzo de 2008

Cronicas de la resurrección (I)

"Cuando nos crearon, ya sabiamos quienes se iban a marchar."

Laura Conte.



Covenant - Bullet

miércoles, 12 de marzo de 2008

Por un puñado...

"Por un puñado de pesetas vendo mi cuerpo. Por un puñado de billetes, hombres maduros me utilizan como vertedero de sus prohibidas pasiones. Por un puñado de dinero sucio no vendo mi alma, lo invierto en mi pasión, la pintura. Mil pesetas, una mamada; con mil pesetas, un pincel para huir de la realidad..."

Oscar el Golem.


jueves, 6 de marzo de 2008

Frios encuentros

Transmuté mi cuerpo y aproveché para hacerlo también con mi esencia. Ya nadie me reconocía. Paseaba por las calles donde crecí, y las miradas que se posaban en mi eran las mismas que las que lo hacían con una papelera o un escaparate vacío. En mi casa no me abrían la puerta, no querían saber nada de religiones o seguros, yo tampoco. Y decidí acudir a donde trabajaba, curiosamente nadie me impidió la entrada, y en el pasillo de paredes estériles ella ni siquiera realizó el amago de mirarme. La mesa que me acompañó en mis tareas permanecía vacía, los dibujos e imágenes arrancados y solo una taza de café llena de polvo permanecía allí como si el tiempo no fuera con ella. Me senté y todas las miradas vacías de mi paseo se agolparon en mi mente, y la última... la última fue la que me derrumbó y me convenció de que estaba muerto.

Arcade fire - Ocean of noise

lunes, 3 de marzo de 2008

El combate de los destruídos

Todo comenzó con una patada brutal a la puerta. Tras el sonido seco del desplome, los sonidos guturales de los hambrientos de carne. "Los muertos caminan conmigo" susurro un Alexis, desnudo, destruído, desalmado. Sierra mecánica en su mano derecha, desprendiendo un penetrante olor a gasoil y un sonido ensordecedor, fusil de asalto en su mano izquierda, lanzando balas desgarradoras de tejidos. Los muertos que lo acompañaban, como súbditos de un dios de la muerte, se desplegaron como insectos voraces, mordiendo y eviscerando a todo aquel ser vivo que tropezase con ellos. Era el asalto al edificio presidencial.

"Ya no queda nadie del E8" " Te equivocas, aún quedo yo, y mientras eso sea así, hay trabajo por hacer". Y así comenzó la conversión de cientos de miles de hijos de la mutagénesis a hijos de la muerte en vida. Uno por uno sucumbieron por propia voluntad y sacrificio a los bocados de la boca pestilente del Coronel Salas. Cientos de miles de culpas más para una ya carcomida mente como la de Alexis. Comezaba el asalto al edificio presidencial.

Exequias eliminaba como podía a las hordas de muertos vivientes que se abalanzaban contra él como hienas hambirentas. Sus armas cuánticas trabajaban como nunca desintegrando cuerpos pútridos y mentes vacías. No daba a basto con tamaña cantidad ingente de cuerpos convulsos, hasta que su mano derecha quedó apresada por una que le era familiar, la izquierda también. Alexis le miró a los ojos y pronunció su nombre, Exequias hizo lo propio. Se pudrieron aún más en la rabia de los no vivos y forzaron sus brazos de muerte. Nada. Hasta que Alexis en un arranque de ira, colocó las manos de su eterno enemigo sobre su propio rostro. Eliminó a Exequias con sus propias armas y a esto le precedió un grito animal de descanso, Alexis por fin acababa con una pesadilla, una de tantas.

El asco pudo con el odio.


Lacuna coil - Heaven´s a lie

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