Lo decidí mientras hacía estallar el cráneo de aquel pobre infeliz contra la arista de uno de los cientos de pilares que reinaban en aquel aparcamiento solitario. Y me convencí mientras aquella de cuyo nombre desconocía, cabalgaba sobre mi vientre, ajena al futuro cercano. Su orgasmo me hizo dudar, pero su aliento en mi rostro me devolvió a la realidad.
- Cuenta conmigo Vox - le dije al bajar por segunda vez a aquellos infiernos. Sonrió ofreciéndome el espectáculo de miles de dientes podridos por el tiempo.
- Yo ya contaba contigo, mi querido Alexis.
- Mañana será el último día de Hélike -nunca había estado más convencido de mis palabras.
- Reune a los tuyos de nuevo y convénceles de ello.
En aquella última noche, donde permanecí insomne como todas las millones de madrugadas que acontecieron mi existencia, confundí las fantasías con la realidad. Pero no era de extrañar. Siempre había ocurrido así.
Mi nombre, como un estigma, dejará de asociarse a mi existencia cuando ésta desaparezca de este universo tan extraño. Pero mañana será el último día de Hélike y yo,... seré el culpable.
- Cuenta conmigo Vox - le dije al bajar por segunda vez a aquellos infiernos. Sonrió ofreciéndome el espectáculo de miles de dientes podridos por el tiempo.
- Yo ya contaba contigo, mi querido Alexis.
- Mañana será el último día de Hélike -nunca había estado más convencido de mis palabras.
- Reune a los tuyos de nuevo y convénceles de ello.
En aquella última noche, donde permanecí insomne como todas las millones de madrugadas que acontecieron mi existencia, confundí las fantasías con la realidad. Pero no era de extrañar. Siempre había ocurrido así.
Mi nombre, como un estigma, dejará de asociarse a mi existencia cuando ésta desaparezca de este universo tan extraño. Pero mañana será el último día de Hélike y yo,... seré el culpable.