Y cuando al margen de todo ello, el sol comenzó a regurgitar su empacho de hidrógeno, la fina capa de ozono que nos quedaba no fue suficiente para frenar el desastre solar que arrasó la Tierra. Ni siquiera el "milagro" mediático de aquel presidente de color de la gran superpotencia, pudo hacer nada con la fuerza del cosmos, la única y verdadera fuerza que tiene la última palabra. Aunque nosotros, los patéticos humanos, pensemos que son ajenas a nuestras mediocres vidas.
Ahora de nuevo la racionalidad se abre paso en la supervivencia de la especie y no hay nada mejor que la fuerza opresora para coartar a los que intentan controlar a las masas mediante dogmas y doctrinas, o aquellos que piensan que la libertad total es la base de progreso del pueblo sin tener en cuenta la formación intelectual para la toma de decisiones de gran envergadura.
Aufrechterhaltung der Ordnung des Systems ist wichtig. Die Steuerung ist von entscheidender Bedeutung.