Las puertas del edificio presidencial se abrieron con un gran estruendo. A la espera, frente a ella, miles de soldados de la guardia de Hélike. Palpitaciones, sudor, respiraciones profundas, nauseas, sollozos, temblores,... miedo.
- El horror viene conmigo.
Fueron las únicas palabras que produjo aquel ser viejo y esquelético. Algunos creyeron oir meros gruñidos y otros grabaron a fuego esa frase. El horror venía con aquel hombre.
Era el pastor de los muertos.
- El horror viene conmigo.
Fueron las únicas palabras que produjo aquel ser viejo y esquelético. Algunos creyeron oir meros gruñidos y otros grabaron a fuego esa frase. El horror venía con aquel hombre.
Era el pastor de los muertos.
Alexis y la toma del bastión de Numan.
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