lunes, 30 de junio de 2008

Nada había cambiado

Esa noche se animó a salir de su cueva en la que había estado encerrado durante veinte años. Su vida hasta ahora había sido un paseo de dos pasos entre fotos de niñas desnudas, comida en ingentes cantidades y la repetición de las horas sin ni siquiera el eco que las acompañara. Ataviado con una amplia gabardina y un gorro de visera salió del portal de su casa. Observó a las personas que paseaban cerca y los edificios que le envolvían y comprobó que nada había cambiado durante esos veinte años, ni siquiera durante los últimos quinientos años, como tampoco él. Se dirigió por entre las calles húmedas a un pequeño bar que solía estar abierto las veinticuatro horas del día.

El ambiente era denso, plagado de humo y de miradas desafiantes y curiosas. Encontró un hueco en la barra, justo enfrente de la mesa de billar de un verde descolorido, y dejó caer sus mórbidas carnes sobre un taburete de madera. Solicitó con desgana la típica cerveza sin gas que allí se servía como bebida estrella. Y se dejó llevar por sus pensamientos desalentadores.

- ¿Porqué no te largas a otro lado y dejas de ocupar diez sitios en la barra, gordo de mierda?

La pregunta le hizo volver a la realidad, una realidad hecha del mismo material denso que sus pensamientos. Plantado tras él, un joven de cuerpo musculado, torera sintética abierta dejando ver su perfecto abdomen, y unas gafas de sol que brillaban al igual que sus dientes. Lo que él nunca pudo ser.

- Ya me voy – le contestó.

Se bebió de un trago lo que quedaba de cerveza y lentamente se dirigió a la puerta mientras escuchaba las mofas de los que dejaba atrás. Nunca habían contemplado antes a un monstruo tan de cerca. En otras circunstancias, todo habría acabado en masacre y él como carnicero exultante, pero ahora ya no tenía ni fuerzas ni ganas de mover un solo dedo por nada. Estaba cansado. Estaba harto de todo.

Lo único que hubiera necesitado era un abrazo.

Gein Bonjorsson y la terrible certidumbre de la eternidad.

martes, 24 de junio de 2008

"El horror viene conmigo"

Las puertas del edificio presidencial se abrieron con un gran estruendo. A la espera, frente a ella, miles de soldados de la guardia de Hélike. Palpitaciones, sudor, respiraciones profundas, nauseas, sollozos, temblores,... miedo.

- El horror viene conmigo.

Fueron las únicas palabras que produjo aquel ser viejo y esquelético. Algunos creyeron oir meros gruñidos y otros grabaron a fuego esa frase. El horror venía con aquel hombre.

Era el pastor de los muertos.


Alexis y la toma del bastión de Numan.

lunes, 23 de junio de 2008

Extraño oir tu voz...

Yo antes era un buen hombre pero las circunstancias, casuales para los enfermos de Fe o escritas para los deterministas, hicieron que me convirtiera en un hijo de puta. Y no lo digo porque sea yo, es que me lo decían cada día que pasaba cuando estaba vivo, "Brian, eres lo mejor que me ha pasado", "Nadie nunca me había tratado como tú", "Eres un buen hombre", "No cambies nunca, quedan pocos como tú", "Extraño oir tu voz"... Pero al final, como siempre, son todo cubiertas de barniz sobre las oxidades intenciones reales de los seres humanos, y en concreto de ellas. Siempre acababan dándole la vuelta a todo, siempre hacían que quedaras como un estúpido, como un misógino.

Creo que elegí bien el camino, ahora ya no me siento culpable, ya no tengo q huir a llorar a un aseo solitario, ni masturbarme para olvidar. Solo tuve una debilidad en mi senda de destrucción, y la dejé ir. Fue lo mejor para ella. Ahora que estoy muerto, soy todavía más hijo de puta... y me encanta superarme cada noche.

Brian Willis - rabia, rabia, rabia,... y soledad.

sábado, 21 de junio de 2008

La justicia por la justicia

Cuando los ejecutores no pertenecen al plano humano, los actos no pueden tener una consideración moral, sería igual de patético que darle una connotación antropocéntrica a un hecho natural. "Esa supernova es inteligente", no tiene ni un ápice de sentido, vamos, que suena a gilipollez de algún nuevo rico subnormal. Con este discurso cubro de cemento mis confrontaciones éticas y mis emociones. La justicia por la justicia.

Salía de Ática regodeandose con dos putas y algunos de sus guardaespaldas. Lamentable escena del ser humano, resumido en un barrigudo y sudoroso cincuentón de olor avinagrado. Besaba los cuellos de aquellas dos, entre risas y babas. Nunca soporté a los que se creen intocables. Hace un mes obligaba a un niño de once años a violar a su hermana de siete. Desde aquello el chico golpea todas las noches su cabeza contra la pared para no volver a tener deseos sexuales por su hermana. Ella esta muerta.

Todo fue grabado en cinta de vídeo casero. La cinta llegó a mis manos con la nota de la venganza, y con dinero por adelantado. Frank y Oscar no pudieron reprimir las lágrimas. Yo no quiero lo que falta por pagar. Ahora es una cuestión moral. La justicia por la justicia.

Estábamos en un callejón cerca de Ática. Sus guardaespaldas empapados de sangre, como los restos de una cazería. Las putas huyeron y él se orinó encima. Oscar, Frank y yo, de pie frente a él, con nuestras armas humeantes. Me encantan estas escenas "lynchianas", miradas, quietud y silencio. Una sombra humana con una K brillante nos vigilaba desde lo alto de un alfeizar, rondador nocturno. Por sus gestos pareciera que nos diera el permiso de Dios por hacer lo que ibamos a hacer. Me importa una mierda, igual lo hubiera hecho.

Con mi gesto, Oscar se bajó los pantalones. Frank desnudó a nuestra víctima y yo le coloqué mi arma en su garganta, intentando tocar el fonde de ella para que notara un miedo y una arcada infinita. Oscar le empezó a sodomizar, treinta y cinco centímetros de sexo seco y bombeante entre las nalgas de un deshecho humano. Como nosotros. Entre despojos de la humanidad no merecen la pena las valoraciones morales de los actos, ni principios éticos de éstos. Solo la justicia por la justicia.

Eso es lo que me repito siempre después de cosas como esta.

Ni el pequeño sabrá nada de nuestra venganza, ni la niña concibirá una vida después de esto. ¿A veces me pregunto si merece la pena todo lo que hacemos? Pero es análogo a preguntarse si el ser humano merece la pena...


Alexis Salas y los trabajos sucios. (The last dance - Distantly)

martes, 17 de junio de 2008

La voz de Hélike

"... y por tanto, ninguna amenaza externa o interna podrá socavar las ansias de libertad y democracia de Hélike. Somos una ciudad-estado a semejanza de las míticas polis griegas, cunas de las formas de gobierno basados en la libre decisión del pueblo. Por lo que somos autosuficientes, independientes y sobre todo, somos grandes. Os pido paciencia ante los difíciles momentos que atravesamos, son tiempos de crisis y no evitaré esta palabra. Seré claro como lo seré de contundente ante los insurgentes que quieren minar los sólidos cimientos de este estado que roza la utopía. Tengo total confianza en los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado que velan y salvaguardan los intereses de todos frente a aquellos que plagan de terror nuestras calles con coches bomba, actos vandálicos o cualquier acto terrorista de cualquier índole.

No habrá piedad.

Ellos no la han tenido con sus conciudadanos.

Espero que vosotros, ciudadanos de Hélike, y lo que ello representa, tengais la misma confianza que yo en solucionar de la mejor manera posible esta crisis aislada, puntual y caduca. Confiemos en los mecanismos judiciales de este estado de derecho para llevar a buen término nuestra misión, sobrevivir en la Tierra como especie hegemónica.

Por Hélike, por la estrella roja y por el socialismo científico.

Buenas noches."

De los extractos del discurso del Presidente
(The Birthday massacre - red stars)

viernes, 13 de junio de 2008

¿Por qué a ti?

Si solo alguien intuyera verdaderamente quién soy, me vería obligado a huir como un perro quemado. El respeto ganado, el miedo proyectado y el liderazgo influido se verían abocados a la aniquilación. Nadie debe saber qué escondo detrás de mis facciones.

Y es que la vida ya me entrenó con pruebas, y ahora entre los no-vivos, otra vez. Si, soy débil, pero he aprendido a disimular tan bien, que nadie adivinaría un ápice de tristeza detrás de mis ojos vítreos. Tristeza como la que me inundaba cuando nada salía bien y la eterna pregunta acudía "¿porqué a mi?", como cuando miro a mi a derecha mientras conduzco y no estás ahí, solo otra, llena de carencias afectivas y aliento pútrido.

Dolor cuando no hay nadie a quien confesarle los pecados de mi fragilidad, y tu voz aún retumba en mi cabeza como los ecos de todos aquellos a los que maté. Nadie sabe que me rompo cada vez que he desprovisto de vida a un ser humano. Y nadie lo sabrá, no quiero ser de nuevo un perro quemado...

Seguiré siendo la tumba de mi desolación.

Radic Vojnovic. (The Birthday massacre - Movie)

domingo, 8 de junio de 2008

Cuestiones dialécticas

Porqué estoy solo en esto, porqué nada hay en el mundo que pruebe la existencia de los demás. Porqué tuve que hacerlo.

- ¿Es necesario que ahora tengas que marchar? - le preguntó un Alexis incrédulo.
- Dame solo 48 horas, es todo lo que necesito - Jostein nunca se había mostrado tan tajante.

Y marchó bajo la mirada desconfiada de sus antiguos compañeros. Nadie tenía la más remota idea de lo que tenía que hacer con tanta urgencia. Ya en el marco de la puerta se encontró con Radic, fumando su eterna hierba.

- Te he visto santiguarte antes de salir - le dijo como si su marcha no le importara en lo más mínimo. - Tú y yo, quizás seamos los únicos de este grupo que conservemos algo de moral humana, y sé que cuando te santiguas algo gordo te está ocurriendo ¿Necesitas hablar?
- Pasado mañana serás el único que conserve algo de esa moral que mencionas - le contestó Jostein sin pararse en su marcha.

Fueron varios encuentros los que tuvieron, él bajo el nombre del Bautista y su oponente bajo el de Kimera. Siempre dejaron una huella dialéctica.

"- Apareciste tarde Bautista, eres el prototipo de villano que siempre deseé. Carente de moral, el ejemplo más puro del mal.
- Es curioso que menciones eso. Siempre he tratado de ser justo, y ahora me encuentro con alguien que cree superarme con creces. Nunca había pensado en encontrar a alguien así entre los mortales.
- Ni te imaginas el sufrimiento que he tenido que pasar para desligarme de la subjetividad humana para actuar de la manera más correcta. Ni tan siquiera te podrás hacer una idea nunca de la desazón que implica estar en contra de todo un sistema para luego tener que protegerlos de ellos mismos.
- No tienes ni la más remota idea de qué soy. ¡Vrøvl!, habeis pasado vuestra mayor parte del tiempo sin existir y ahora que estais aquí, os erigís como poseedores de la verdad moral para luego desaparecer. Lo que más me jode, Kimera, es que seré yo el que te ponga punto y final.
- ¿A quienes te refieres cuando hablas en plural? ¿Porqué tu constante manía de desligarte de los humanos?
- Porqué hace siglos que dejé de serlo."

Y Jostein, o el Bautista como era conocido en Ipsópolis, desapareció dejando a un hombre dual con la duda de no saber con qué había conversado. Tres meses despues todo acabaría.

The Birthday massacre - To die for



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