Los días ya no se parecen a los anteriores desde que Plutón impactó contra Marte, y es que nos afectó demasiado esos campos gravitacionales. Ahora las orillas de las playas presentan regueros de sangre desembocando en las espumosas aguas celestes. Cierto es que pasear por las ciudades es inquietante, debido a las miradas de los niños que presentan una vejez prematura, nadie sabe el porqué de ello. Más complicado se me hace explicar porque en mi casa miriadas de hombres cambian todo de sitio, y es que ya no reconozco mi hogar. Muebles y paredes desaparecen para volver a aparecer en sitios distintos e inverosímiles, han ido poco a poco, hasta que los cambios resultan radicales. Sé que ahora hacen lo mismo con mi cuerpo.
Ya no me reconozco en el espejo por las mañanas, soy una masa informe de carne y pelos que pulula en un mundo extraño. Creo ser yo porque en mis oídos aún reverbera el impacto de Plutón contra Marte y en mi mente, siguen grabadas las imágenes de niños de ojos ancianos dejando regueros de sangre en las playas del este.
Y es que desde hace años, solo oigo mi respiración en las noches...
Ya no me reconozco en el espejo por las mañanas, soy una masa informe de carne y pelos que pulula en un mundo extraño. Creo ser yo porque en mis oídos aún reverbera el impacto de Plutón contra Marte y en mi mente, siguen grabadas las imágenes de niños de ojos ancianos dejando regueros de sangre en las playas del este.
Y es que desde hace años, solo oigo mi respiración en las noches...
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