miércoles, 27 de febrero de 2008

Madrugada de las almas

Era la madrugada de las almas. En un tugurio del bajo Ipsópolis, Marburg o el antaño conocido Coronel Salas, se confesaba a su mano derecha, Óscar o también llamado el Gólem de Hélike. La niebla opiácea y el synthpop de fondo, creaban la atmósfera ideal para las palabras de dos pesos pesados en el arte de la soledad y la autodestrucción.

- Ya los has reunido a todos Marburg, sabía que lo conseguirías - le animaba un exultante Óscar.
- Cierto... - respondió un apático Alexis, pegado a su eterno cubata caliente.
- No pareces muy contento, aunque cierto es que nunca te he visto en ese estado.
- Me doy cuenta de cosas, Óscar.
- ¿Qué cosas?
- De que nada ha cambiado. He conseguido manipular de nuevo a mis siete hombres para algo en lo que nunca creerán, voy a llevar a millones de seres humanos a una guerra de la que nunca sobrevivirán y hasta te he engañado a ti, haciéndote creer que soy un buen hombre. Óscar, llegué a creer con todas mis fuerzas que durante estos siglos de exilio en Ipsópolis me había humanizado, pero ahora me doy cuenta de que estoy más cerca de lo inerte...

Era la madrugada de las almas. La última en la que Hélike dormiría en paz.


Sigur ros - hljomalind

martes, 26 de febrero de 2008

Sombras multiformes

Una amarillenta palmacea
en el centro de un paisaje kárstico.
La mancha de aceite de motor
en la inhabitada carretera secundaria.
Respiraciones de sudorosa ansiedad
susurrando la silenciosa noche.
Un post-it tachado y arrugado
tirado en la esquina de la mesa.
El último paquete de arroz en el mercado
tras el apocalíptico aprovisionamiento.
Extrañas formas de mis sombras
a la hora de abandonar el trabajo...

Schiller and Moya Brennan - Miles and miles

sábado, 23 de febrero de 2008

Realidad extraña

Los días ya no se parecen a los anteriores desde que Plutón impactó contra Marte, y es que nos afectó demasiado esos campos gravitacionales. Ahora las orillas de las playas presentan regueros de sangre desembocando en las espumosas aguas celestes. Cierto es que pasear por las ciudades es inquietante, debido a las miradas de los niños que presentan una vejez prematura, nadie sabe el porqué de ello. Más complicado se me hace explicar porque en mi casa miriadas de hombres cambian todo de sitio, y es que ya no reconozco mi hogar. Muebles y paredes desaparecen para volver a aparecer en sitios distintos e inverosímiles, han ido poco a poco, hasta que los cambios resultan radicales. Sé que ahora hacen lo mismo con mi cuerpo.

Ya no me reconozco en el espejo por las mañanas, soy una masa informe de carne y pelos que pulula en un mundo extraño. Creo ser yo porque en mis oídos aún reverbera el impacto de Plutón contra Marte y en mi mente, siguen grabadas las imágenes de niños de ojos ancianos dejando regueros de sangre en las playas del este.

Y es que desde hace años, solo oigo mi respiración en las noches...

jueves, 21 de febrero de 2008

Pasos en la madrugada

Pasear por las calles de Hélike sin el temor de que una explosión aniquile tu vida se debe principalemente a dos factores: el primero, soy un muerto, el segundo, soy uno de los que están detrás de todos esos coches bomba. Una vez tuve de compañero a un gordo pederasta, un ser ruinoso del que puede aprender algunos trucos para segar vidas a base de desgarrar carne con metralla.

Caminar por las calles de Hélike me hace sentir lo solo que estoy y todo lo que he perdido, incluso la Fé que me alentaba en cada paso, esa que extravié cuando aún mi corazón latía y mis tripas no habían abandonado su peristaltismo. Ya nadie mira hacia arriba cuando camina entre neones fluorescentes y putas de faldas vacías, no hay nada que observar. La luna hace siglos que no vigila los sueños rotos de los mortales. Alzo la vista y solo la inmensidad de las vigas y el metal oscuro me convence de lo insignificante que soy y lo poco importantes que son mis dudas metafísicas.

Pasear por los adoquines de Hélike hace que recuerde las victorias de mi vida, esas que celebré en la soledad de mi alegría, dirigiendo mi mirada a paredes desnudas en vez de a unos ojos y abrazándome a mi mismo bajo las mantas de las noches de frío sudor. Pulular por estas calles hace que me ahogue aún más... y me encanta...

Paseos en las madrugadas de Jostein Jhonsen (Wolfsheim - I find you´re gone)

lunes, 18 de febrero de 2008

La densidad de los días

No había un solo día, con sus noches perennes, que no pensara en ella. No existía recodo del tiempo sin su nombre, tatuado en las paredes del arrabal de los minutos. Y los actos de sus tareas adquirían el peso de montañas mitológicas, imposible de moverlas. Pero a cada segundo de su vida inmortal, se animaba mentalmente a seguir, para poder andar sobre el siguiente segundo, apilándolos infinitamente en la desidia de las horas. El tiempo pasaba a un fotograma por siglo en la mente de Radic, y todo porque el fotograma que esperaba por llegar, no contendría jamás el rostro de ella.

No existía una sola noche en Ipsópilis, en la que Radic, desde su balcón, no rememorara todos los momentos que compartió con ella, uno a uno, guardándolos con afán de que no se evaporaran nunca en las hirvientes aguas del olvido. Y día tras día esperará en la densidad de su existencia el momento de reunirse con ella en el vacío de la inexistencia, esa que esta por venir fruto de una guerra que no le pertenecerá...

Strange Advance - Worlds away

sábado, 16 de febrero de 2008

Procedimientos inmorales

Era la hora en que la voz del presidente viajaba omnipresente por toda Hélike, dando las buenas noches en forma de propaganda. Curioso cuando siempre era de noche en la cúpula. El matrimonio anciano de la esquina de la calle Concepción Arenal, permanecía impasible a la voz del líder político. Él mantenía toda su atención en Metrópolis, un programa televisivo nocturno, ella, vigilaba la desierta calle desde la ventana.

- Ya esta ahí, José, acércate un momento - ordenaba a su marido sin poder apartar la mirada de la calle.
- Teresa, déjate de tonterías -le replicó su marido moviéndose incómodo en su sofá de bolas negras y blancas -. Ese hombre tendrá sus asuntos, deja de investigarlo ya.
- José, ¡ese hombre lleva a otro con una cadena! Dios santo...
- ¡¿Qué coño estas diciendo?! - le preguntó nervioso mientras se acercaba despacio, debido a su edad, hacía donde su mujer permanecía pálida e inmovil - ¿Teresa, estás bien?
- Nos ha visto...

Y fue entonces cuando aquel anciano, notó en sus retinas la mirada más muerta de toda su vida. Desde allí bajo, una figura escuálida de sombra en ruinas, le observaba estoico mientras que con una mano sujetaba un cigarro consumido y en la otra la vida de un hombre sin vida. La voz del presidente terminó su discurso nocturno y los alientos de dos anónimos con ella, quizás por observar demasiado, la soledad de un muerto...

Aereogramme - Living Backwards

jueves, 14 de febrero de 2008

Clyde...



- Otra vez sólo, Clyde.


- Siempre he estado solo, Clyde...

domingo, 10 de febrero de 2008

Vacío

Llegará el día en que la cúpula se resquebrajará para siempre, y es entonces cuando la luz revoleteará por los rincones que durante siglos han permanecido en las más amohecidas tinieblas. Cuando ese día se convierta en hoy, Alexis podrá salir de ella y dejar de existir por siempre, no sin antes arrodillarse frente a los restos de su legado genético, agarrar un puñado de tierra y pedir perdón por ser como es, unas disculpas sin fundamento al no ser responsable de su propia esencia. El no se concibió.

Dejará el plano de la existencia antrópica para volver a oler ese profundo aroma a mar estancado en las perdidas zonas portuarias de su memoria, para de nuevo recorrer con su mano la barandilla verde y oxidada de aquel puente que esquivaba un rio del que ya no recuerda su nombre, y que ya se secó hace miles de años. Por todos esos recuerdos que evocan sensaciones y que aprietan la garganta, merece la pena. Es lo único que le queda, vagos recuerdos que se van difuminando hasta abocar en agujeros negros, de los que nunca volverán. Cuando suceda, no merecerá la pena seguir en un plano de existencia que ya no reconoce ni la propia sombra del que existe. Por eso, merece la pena esperar a ese día y mientras tanto, seguirá aguardando en las trincheras de cadáveres el momento del asalto final, a pesar de que todos los que le siguieron se marcharon por siempre...

The carnival of fools - Love will tear us apart

sábado, 2 de febrero de 2008

El aliento de las tumbas

Los suplicantes se arrodillaban como acólitos de una religión del dolor - ¿Qué sois? - nos preguntó uno de ellos, tembloroso y desprovisto de sus armas.

- Antes éramos hombres y ahora estamos muertos, por eso nuestros alientos despiden el olor de las tumbas - le contesté suavemente mientras sus pupilas empequeñecían para siempre.

Alexis Salas. Trabajos sucios (Front 242 - Headhunter).




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