Dijiste que no volverias a caer, lo dijiste mil veces.
Y ahí estás de nuevo, catatónico en la sima.
No eres hombre de palabra.
La presión que oprime la garganta.
La misma que inflinge Esfinge en tu estómago.
Ahogandote.
Axfisiandote.
Muriéndote.
Y es que estás SOLO observando caer edificios
sin una mano que aferrar.
Todo es arrastrado a la sima.
Ya no se puede respirar entre escombros,
SOLO quedan cintas de vídeo
nuevas vidas borrarán su contenido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario