- ¿Y vosotros pensáis salvar el mundo?- bramó un Oscar colérico. Dio un par de temblorosos pasos y tomó el centro de la habitación - ¿Vosotros?
- Óscar... - murmuró Alexis sin quitarle la vista de encima.
- ¡Ocho putos suicidas! - Óscar elevaba más y más su voz sin importarle que los seres más peligrosos de Ipsópolis camparan alrededor suyo, en esa estancia asfixiante. - Ocho criaturas que se quitaron la vida porque sí, ¿piensan salvar las de otros? ¡Y una mierda!
- Eso no es así...- intentó interrumpirle Jostein bajando sus gafas de sol hasta la punta de su nariz, con tono sombrío.
- ¡Que te jodan tú y tu fe perdida! ¡Que os jodan a todos! maltratadores, pederastas, maníacos, depresivos, trastornadas ¡Que os follen a todos! Caníbales de mierda. - Óscar cada vez temblaba más y su sudor lo empapaba por completo. Un sudor frío que no predecía nada bueno. El sudor del último viaje.- Yo aparentaré ser un golem, pero lo mío es una enfermedad, lo vuestro,... hijos de puta, vosotros sois el mal. Desde que os conozco solo he visto muerte, muerte y muerte,... ni un puto rasgo de esperanza humana. Sois el mal.
Y cayó de rodillas en aquel suelo antiguo. A punto estuvo de derrumbarse cuando Alexis le tomó de un brazo, incorporando el peso de su compañero sobre sus hombros.
- Tranquilo Óscar, te acompañaré arriba.
- Marburg...- le susurró al oído.
- Dime - le contestó Alexis ayudando a su amigo a subir torpemente los escalones hacia uno de los dormitorios.
- ¿Por qué lo hiciste? ¿por qué te tiraste desde esa ventana? - Alexis no le miraba, ni siquiera hizo ademán de contestarle - ¿Nunca me lo contarás?
Cerraron la puerta tras de sí, y la habitación donde quedaban reunidos el resto del E-8 quedó súbitamente en silencio.
- Tiene razón, - espetó Radic a la nube que su cigarro de crack dibujaba sobre él - somos el mal.
"Porque estoy vacío..."