En el devenir de un vasto espacio vacío y crepuscular,
quedan todavía islas de calor remanente, de aquel calor que huele a hogar.
Se disipan con solo una mirada como ecos de Heisenberg...
Producto de un estado inflacionario eterno,
sus ojos de quasar se desdibujan por leyes fisicas
Y leyes de hombres.
Hombres...como yo...
viajando como Filoviridaes hambrientos
condenados a buscar Itacas de calor ...hasta disiparnos en vacío
e inflación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario