miércoles, 17 de junio de 2009

Disculpas tardías

Todo mi puto dolor lo transformo en rabia y odio. Proyecto halos de extrema violencia a los que ninguna culpa tienen de mi esencia. Odio todo lo que es capaz de moverse y a su vez esté dotado de vida, odio cosas que ni tan siquiera el hombre podría imaginar: odio la vida, la Tierra, las putas, el dolor, el mar, la imaginación, los besos, los sueños, el cosmos, la memoria, las supernovas, al hombre, a mi, a ti, odio al odio. De tanto odiar me duele eso que llaman alma.... ¿Cómo aquel de sonrisa arrogante y de facciones preciosas acumula tanto dolor? ¿Cómo se puede llegar a ser tan monstruoso o estar tan monstruosamente sólo a pesar de que miriadas de cuerpos desnudos me acompañen en las noches Octubre? ¿Cómo puedo escapar de mi mismo si ni tan siquiera reventando mi cuerpo contra el asfalto logro desaparecer? Odio tener este cerebro realizando funciones que le sobrepasan. Muérete.

Como odio la existencia y mi naturaleza infrahumana.

Lo siento…


B.W.

1 comentario:

UnknownDeviation dijo...

La vida lo está retando: quiere que el odio lo pudra.
De nada le va a servir pedir perdón.





P.D. Aún no he vuelto.

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