"Soy el culpable de lo que soy"
Se repetía Radic una y otra vez engullido en aquel sofá, con la vaga esperanza de conciliar el sueño y desaparecer del mundo.
"Soy el culpable de lo que soy"
Donde las circunvoluciones proyectan sus formas.
Publicado por
NVS
en
7:32:00 p. m.
Etiquetas: La vida en Ipsópolis
1 comentario:
casi siempre lo somos
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