viernes, 3 de abril de 2009

El útero cósmico

¿Veinticinco hilos? ¿Veinticuatro?
Aguanta la respiración. No te muevas, apenas tiembles.
¿Veintitrés?
No, mierda son ya dieciocho.
Apenas respires.
Dios.
Piensa en otra cosa.
Que hermosa es la ISS cuando refleja los rayos del sol.
Joder.
Doce, doce putos hilos...
Quiero gritar pero no debo moverme.
Es imposible, la inercia me aleja, Dios, dios, dios...
Yo no veo a ningún Dios en este horizonte cósmico.
Sino es aquí, ¿dónde?
Cinco, cinco putos hilos de acero me unen aún con la ISS. Tranquilo.
Mierda.
Se acabó, joder se acabó.
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
¡No te alejes, joder!
Por Dios, ¡No!
¡Mierda! soy yo el que me alejo.
Voy a morirme, voy a morirme perdido en el puto universo, joder.
Ayudadme... por favor....
Qué inútil va a resultar gritar


(Su última visión, aquel cordón umbilical de metal flotando, como vestigio de su procedencia)
God is an astronaut - Suicide by star

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante híbrido entre el cordón umbilical que nos une a nuestra madre y a esa paz que tanto ansiamos y, por otro lado, al ínfimo hilo que brinda al astronauta de la seguridad de poder regresar aunque...

... ¿podría existir muerte mejor que desaparecer en el cosmos?

Un fuerte abrazo desde el Otro Lado.

Anónimo dijo...

uno que he podido leer sin dejarme los ojos...

siento no dejar ningún comentario enriquecedor a tu entrada :P

Curiosos

Radar...

Tráfico de hombres