Querer vivir miles de vidas diferentes, cientos de caminos alternativos, ha terminado por paralizarme.
Invento recuerdos, saboteo a mi memoria. Vivo dentro de mi todas las vidas de los hombres y sus distintos caminos.
Y es que el problema está en que huyo de mi propia vida, lentamente, porque carece de un sentido literal. Disfruto del pasado cuando ya se ha evaporado, y el presente se me escapa como el flavor de un futuro incierto que evito a toda costa.
Nunca fui bueno en nada, pero lo compensa mi experiencia de miles de
años. Que terrorífico es mantenerme fija la mirada. La que conserva el principio y fin de los púlsares.
El universo no está diseñado para mi.
Sus leyes no me respetan
Y yo, yo no les debo nada.
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