- ¡No te asomes a la ventana Marc!
- Es solo un momento, mamá.
- ¡No te asomes a la ventana Marc!
- Es solo un momento, mamá.
- ¡No te asomes a la ventana Marc!
- Es solo un momento, mamá.
- ¡No te asomes a la ventana Marc!
- Es solo un momento, mamá.
- ¡No te asomes a la ventana Marc!
- Es solo un momento, mamá.
Las cortinas se corrieron y sus retinas fueron cinceladas con la imagen de la inmensa miriada de zombies deformes que corrían como poseidos, por la calle de Blasco Ibañez. Comprobó como decenas de ellos entraban en su portal.
Demasiado poco tiempo para que todo ello derivara en un trauma infantil.
Muy poco tiempo.
Demasiado poco tiempo para que todo ello derivara en un trauma infantil.
Muy poco tiempo.
2 comentarios:
Muy poco tiempo es siempre mucho tiempo
Muy bueno, su brevedad lo hace aun mejor, y me ha hecho recordar ese libro que todavía no he encargado: El Holocausto Zombi.
Creo que se llama así y lo firma el hijo de Mel Brooks, sí del cómico, que ya había hecho una incursión al género con El Manual de Supervivencia Zombie.
Un fuerte abrazo desde el Otro Lado
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