pero lo oí susurrar en mis duermevelas
No puedo reconocer tu rostro,
pero apareces entre las sombras de mis fotos.
Aun no sé donde te encuentras,
sin embargo, ya añoro la calidez de tus pies.
No sé como olerás, ni como reirás, ni como fruncirás el ceño,
pero en este invierno nuclear te estoy esperando,
sentado en la bahía de un horizonte de sucesos
observando esta realidad líquida, acompañado de mi amigo el tiempo.
Impaciente por contarte las historias más extrañas
Impaciente por mostrarte los sonidos más evocadores de la Tierra.
Impaciente por saber como suena tu voz.
No tardes...
observando esta realidad líquida, acompañado de mi amigo el tiempo.
Impaciente por contarte las historias más extrañas
Impaciente por mostrarte los sonidos más evocadores de la Tierra.
Impaciente por saber como suena tu voz.
No tardes...