domingo, 12 de septiembre de 2010

Rumbo a Odessa

Ya habiendo aterrizado con aquel viejo MIG-29 en los melancólicos parajes de Odessa, me encaminé a esclarecer mis ideas con algo de arte conceptual. Las pantallas de aquel viejo bar, lleno de ojos cansados, me transportaron a tiempos olvidados de televisones analógicas y caracteres anacrónicos. El rostro de Gadafi se mostraba resplandeciente y juvenil mientras mi licuado de malta desaparecía por entre mi garganta, dejando olas de espuma en las orillas de mi baraba de dos días. Desaparecí en la costa de aquellas playas olvidadas por dos tercios de la humanidad, rumbo a mares de helio líquido, para olvidarme de mi cansada rutina y mi oprimente carcasa de carne vieja.

miércoles, 21 de julio de 2010

Hasta siempre

Es duro cerrar la puerta tras de ti sabiendo que ya no volverás a entrar nunca más. Triste el cerrar el libro para siempre tras acabar de releer su última frase como queriendo agarrar futilmente lo ya sabido. Así como la última nota de un órgano cuando dejó de tocar por siempre la última canción de la Tierra. Que duro es despedirse de aquel rostro familiar desde el andén, al que ya nunca volverás a ver sonreir de manera cómplice. Son muchas las despedidas y muchas las que quedan aún. Cobra sentido la ley de vida, aunque ésta no esté escrita en soporte físico alguno, sólo en las memorias de las generaciones de humanos que vamos pululando sin aparente sentido objetivo, esta roca que algún día cesará de rotar estúpidamente.

D.E.P.

viernes, 16 de julio de 2010

Apostando a perder con Caronte

Nunca más. Cuando se lee esto sin atisbo de atención o fuera de su contexto original queda vacuo y estúpido. Pero no podemos llegar a imaginar lo contundente e impactante que se tornan dichas palabras cuando dentro de una situación determinada se tornan realidad y nuestra mente capta todo el significado que dificilmente podemos asimilar debido a nuestro corto entendimiento.
Selectivo con el roce de otros humanos, le acaricié el hombro antes de partir, nunca antes había tenido un gesto así. Fue lo último que recordaría de mi. Solo un puto roce de mi huesuda mano con su famélico hombro. Como Pícara noté en su contacto el terror del fin y aún sigo sin dormir viviendo sus últimos estertores.
Solo me quedarán de él su sonrisa áurica, su orgullo, su ayuda incondicional y ese aliento a viejo, a antiguo,... a abuelo.
Hoy quizás te vea por última vez, atravesado por cables y metal. Pero tú no me verás a mi, ni siqueiras sospecharás mi presencia, porque aunque tu carcasa siga rezumando calor tú ya has partido a la nada...

miércoles, 31 de marzo de 2010

Viaje retrógado

De repente me vi envuelto,
entre la sorpresa y el temor,
de que amaba el olor de la melancolía
y el dolor de la soledad...



Lights out Asia - Roy

domingo, 31 de enero de 2010

Fluidez

Oscilan las cuerdas de la guitarra
tras el vaho, empujando las gotas
de los empañados azulejos
por una ducha jamás encendida.

Y son mil evos los que delatan
mis ojos empañados de gotas
secas tras la pisada del tiempo
cuando olvido la memoria.

Todo seguirá transcurriendo
dilatando el frio cósmico
esculpiendo entrópicamente
nuestra desintegración


total...

Liv Kristine - In the heart of Juliet

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