domingo, 25 de enero de 2009

Tras la ventana

- ¡No te asomes a la ventana Marc!
- Es solo un momento, mamá.

- ¡No te asomes a la ventana Marc!
- Es solo un momento, mamá.

- ¡No te asomes a la ventana Marc!
- Es solo un momento, mamá.

- ¡No te asomes a la ventana Marc!
- Es solo un momento, mamá.

- ¡No te asomes a la ventana Marc!
- Es solo un momento, mamá.


Las cortinas se corrieron y sus retinas fueron cinceladas con la imagen de la inmensa miriada de zombies deformes que corrían como poseidos, por la calle de Blasco Ibañez. Comprobó como decenas de ellos entraban en su portal.

Demasiado poco tiempo para que todo ello derivara en un trauma infantil.

Muy poco tiempo.

sábado, 17 de enero de 2009

Aislado

Mientras boceteo, reescribo y doy forma al plan más perfecto de la historia, aquél que terminará con la civilización de Hélike, en el edificio de enfrente follan. Otros aspiran polvo de angel en el coche aparcado en doble fila, para continuar una noche interminable y más allá, alguien recibe la terrible noticia de que se ha quedado solo. Puedo intuir que en Ática lloverán hostias, como cada día y quizás hoy a alguién se le ocurra la estúpida idea de atravesar la frontera y le vuelen la cabeza. Lo que les une a todos ellos no es el género y la especie, su común denominador es que piensan que habrá un mañana.

Eso me hace sentir especial.

(sonrisa)

Coronel Alexis S.

domingo, 4 de enero de 2009

Héroes y crueldad (IV)

El desgarro anal fue premeditado, como todas las laceraciones, hematomas, fracturas y derrames de pleura que había coleccionado en su milenaria existencia. Pero ella no gritaba, no lloraba ni suplicaba la misericordia a la que tanto se aferraron las demás. Ella sonreía y disfrutaba con el coito anal que la estaba destrozando por dentro.

- Jódete ahora cabrón de mierda.

Lo miraba fijamente a los ojos, sin despegar sus manos del cuello que la sostenía en el aire, como si fuera el último tramo de cornisa que la separara de la caída al vacío. El sexo de Brian abandonó el camino horadado sin atisbo de eyecciones orgásmicas. Solo coágulos de sangre.

- Esto va por mi hermana hijo de puta -la caída al suelo no inmutó su discurso de venganza.- Tú la mataste, tú lo pagas con el puto SIDA.

Y en el suelo, desnuda, amoratada y derramando pequeños hilos de sangre bajo sus piernas, intentaba llamar la atención de Brian Willis. Quería verlo sufrir pero éste solo le devolvió miradas de indiferencia mientras se vestía con su ropa cara e impecable. Ella se vio impotente, ni siquiera había logrado una mueca de estupefacción en el granítico rostro de aquel tipo.

Una vez colocados sus brillantes zapatos, Brian se acercó al oído de aquella mujer despechada y le susurró suavemente: "Recuerda que, no mañana, ni siquiera el año que viene, pero dentro de un tiempo, cuando estés agonizando sola y desgastada, yo aún estaré por aquí y podré borrar el nombre de tu tumba".

Sonríó y se fue.

Lycia - Nine hours later

jueves, 1 de enero de 2009

Fronteras


Nos vigilan impertérritos, sin atisbo de movimiento. En los límites de la cúpula o en los perímetros de los Ministerios, la guardia fronteriza vela por nuestra seguridad.

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